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Historia

«Este es el lugar que elegí para mis predicadores»

 

Estas fueron las palabras que el Dogo Jacopo Tiepolo oyó en un sueño una noche de 1234. En la visión se le apareció una zona pantanosa, llena de flores maravillosas, con un grupo de palomas blancas y huestes de ángeles cantores sobrevolándola.

Al día siguiente el dogo fue al Senado para informar de lo sucedido y donó a los frailes dominicos el lugar que se le había aparecido en el sueño, el actual Campo dei Santi Giovanni e Paolo, donde más tarde se erigió la actual Basílica, dedicada a los mártires romanos del siglo IV, Juan y Pablo.

Los trabajos de construcción de la iglesia del siglo XIII se completaron pronto. Sin embargo, la elección de la Basílica como lugar de entierro por parte de muchos dogos y figuras ilustres llevó a la necesidad de ampliar la iglesia. La obra fue emprendida por Fray Benvenuto da Bologna y Fray Nicolò da Imola, ambos dominicos, y se completó en 1368, como lo demuestra una inscripción en el primer arco izquierdo cerca del órgano.

Más tarde, algunos patricios venecianos fueron nombrados Procuradores de la fábrica de San Zanipolo para asegurar su terminación y un embellecimiento continuo del templo, que sigue siendo la iglesia más grande de la ciudad. Finalmente, casi dos siglos después de su fundación, el 14 de noviembre de 1430, la iglesia fue por fin consagrada.

Desde entonces ha sido continuamente enriquecida con monumentos sepulcrales, pinturas y esculturas de los principales artistas venecianos, incluyendo, sólo para nombrar algunos, Bellini, Cima da Conegliano, Palma il Giovane, Vivarini y Veronese. Además, la creciente importancia de las ceremonias de estado de la Basílica llevó a la demolición del Coro en 1682 para obtener más espacio para las funciones solemnes de la ciudad.

En 1806, después de unos seis siglos, los dominicos fueron desplazados de su gloriosa sede y el convento se convirtió en un hospital, primero militar y luego civil.

El antiguo convento sigue siendo hoy en día la sede del hospital civil de San Juan y Pablo de Venecia, y es sede de la histórica farmacia del hospital – heredera de la antigua especiería del convento – y de la Scuola Grande di San Marco.

En 1810 nació la parroquia de los Santos Juan y Pablo, entregada a los dominicos: de esta manera ellos han mantenido su presencia en la Basílica y son todavía hoy los custodios de este inestimable patrimonio histórico y artístico, conservando la memoria eterna de la Serenísima y de sus ilustres personalidades que han hecho su historia.